
La comunicación ha desbidujando los limites nacionales; ha traspasado fronteras producto de una era global. Juan Cappello también. Él desde la gran manzana y como uno de los ejecutivos latinos de mayor éxito en EE.UU pone de manifiesto esa realidad. Su trabajo internacional e incluso su columna en el diario La Segunda lo evidencian. Su cosmovisión frente a los hechos mundiales, siempre dejan relucir la emergencia de su país natal. Es aquí donde sentimientos, experiencias y realización convergen para hacer de este profesional un personaje connotado, pero que como todo descubridor, aún tiene desafíos y sueños por realizar
Frente a las pantallas de un computador o, en su caso quizás frente iphone, le planteo mis inquietudes y descubro ciertas nociones de realidad cobijada en sus palabras. Ambos periodistas, pero desde distintas experiencias, entablamos una conexión implícita, que enmarcada en el kent, lo devela en su devenir; en lo que hoy representa.
- ¿Cómo comenzó su relación con The Kent School?
Ingresé al The Kent School “de rebote”. Había pasado nueve años en el entonces Instituto Inglés (donde está ahora el Pedagógico) cuando una huelga y la intransigencia de las partes cerró el colegio luego de 78 años de existencia. Inesperadamente estaba sin colegio. Mis padres querían que continuara con una educación secular y laica en uno de calidad, con énfasis en inglés, con profesores de calidad y donde me aceptaran. Así nació mi relación con el Kent, la que sigue hasta ahora.
- Desde ese momento continuó en el colegio ¿Por qué decide permanecer en el Kent?
Tuve la suerte que me entrevistara el propio Alejandro Tarragó en mi primera visita al Kent. Más que hablarme y preguntarme, Don Alejandro me escuchó. Eso sí que dejó muy en claro que el énfasis kentiano estaba en la formación de personas íntegras más que sólo estudiantes bien preparados. Me habló de las exigencias escolásticas. Me gustó la sesión y me quedé.
-¿Qué recuerda de Alejandro Tarragó, Vicente Mengod y Alejandro Salvador Aznar u algún otro profesor importante para usted?
Admiración y respeto por lo mucho que nos dieron. De todos ellos, al que menos conocí fue a Salvador Aznar. A Don Vicente Mengod, Eleazar Huerta, Alejandro Tarragó los tuve como profesores. Más que profesores, “maestros de juventudes”. Sin querer, lo mejor que el Franquismo aportó a Chile llegó con ese grupo de españoles en el Winnipeg y en otros barcos con exiliados.
Pero hay tantos otros; José Donoso (el escritor) y gran profesor de literatura inglesa quien me enseñó los sonetos de Shakespeare y los poemas de Kyats, mientras él escribía su primera novela, “Veraneo y otros Cuentos”. Doña Guacolda Antoine, quien podía explicar los más complicados teoremas algebraicos con amenidad y claridad increíbles. Ángel Valencia y tantos más.
-¿Tuvo alguna experiencia importante en el colegio que actualmente tenga conexión con su vida? La enorme curiosidad de aprender cosas nuevas y empujarme a compartir vivencias con gente de culturas y filosofías diversas. A cualquier edad, si uno quiere, puede aprender algo nuevo que lo ayuda a mejorar o evitarse problemas.
-¿Recuerda alguna vivencia especial?
Hay muchas que todavía me hacen sonreír; como Cristián Petrowitsch tratando de copiar mis escapadas exitosas a través de una ventana durante la clase de Educación Cívica. Lo hice varias veces, mientras que Cristián, probó una sola vez y lo “pilló” Don Alejandro. Lo trajo a reglazo limpio de vuelta a la sala, por lo que desde esa vez se acabaron las escapadas para todos.
- Usted aún se encuentra ligado al Kent, incluso realiza charlas para los alumnos ¿Qué es lo que lo mantiene unido a él?
Mucho de mi supuesto éxito se lo debo a lo que recibí en mis años de colegio. No hablo solo de educación sino también de principios y de filosofía de trabajo. Al ayudar y conversar con generaciones Kentianas del futuro recibo tanto como doy. Recibo una visión diferente del mundo. Los diálogos con gente joven me permiten entender frustraciones, aspiraciones y comprender que ignorarlas es un problema social. Les sugeriría a muchos políticos y sociólogos que hicieran lo mismo. Vale la pena. "Simple y sencillo".
-¿Se ve con algunos compañeros de su generación?
Sí. Y, en algunos casos y pese a las distancias, la amistad ha perdurado ahora a nivel familiar. Mi compañero de banco, el ahora brillante arquitecto, Eduardo San Martín o Hugo Ferrer y otros compañeros son personajes importantes en mi vida personal. Pese a algunas diferencias políticas y filosóficas que hacen los diálogos más interesantes.

AÚN QUEDAN METAS POR ALCANZAR
Juan estudió periodismo en la universidad de Chile, siendo su vocación de origen familiar. Su padre, italiano, exiliado y de profesión ingeniero, se interesó desde muy temprana edad por la política y el periodismo, llegando a crear en Chile un diario anti-facista (L’Italia Libera). A su vez, el menor de sus tres hijos, Felipe, trabaja en noticias en ABC/TV en Nueva York. “De modo que la sangre vocacional tira”, expresa.
Posteriormente Cappello realizó un Magíster en Northwestern University, después de ganar el premio de la Sociedad Inter-Americana de Prensa por su cobertura de América Latina. Su currículum es connotado. Fue vicepresidente y miembro del Comité Ejecutivo Mundial de ITT Corporation, socio y presidente de Hill & Knowlton para América Latina, una de las empresas de comunicación estratégica más antiguas e importantes del mundo.
Definitiv

En la actualidad es Presidente del Consejo y socio de ICC Crisis, además de ser director y/o consultor en varias empresas y asociaciones profesionales, entre las que destacan; Fundación Chile, ITT Corporation, Friends Universidad Católica en EE. UU, entre otras. Además ha sido director y presidente de la Cámara de Comercio Chileno/Norteamericana en Nueva York; es miembro de Council on Foreign Relations en EE.UU.; ex director del Consejo de las Américas y Presidente Ejecutivo de Contemporánea LLC, en Delaware, Nueva York y Santiago de Chile
-Usted ha sido uno de los ejecutivos latinos de mayor éxito en EE.UU, llegando a ocupar puestos de gran responsabilidad en compañías mundialmente relevantes. Luego estableció su propia empresa y escribe columnas, con igual notoriedad ¿Qué sueños le quedan por cumplir?
Son muchos. Pero no son sueños; son aspiraciones de mejorar, aprender, compartir y aportar al mejoramiento de otros. Pero no todo es “la profesión”. Tengo proyectos para viajar con mis nietos, como lo hice con mis hijos, y enseñarles a gozar de la vida.
- Pero durante toda esa experiencia profesional destacada ¿Cuál cree que ha sido el logro más significativo?
No voy a hablar en tiempo pretérito porque me quedan metas que alcanzar. En todo caso, es difícil identificar un logro exclusivamente ya que una carrera es la acumulación de experiencias, de fracasos y reconocimientos, de nuevos desafíos. Quizás, si hay un logro particularmente importante para mi, éste sería ser respetado como un profesional serio, responsable y dispuesto a enfrentar problemas con el riesgo que significan soluciones creativas y diferentes en cada oportunidad.
-A pesar de vivir hace tanto tiempo fuera del país, es enfático en decir que nunca ha perdido el nexo con Chile. Incluso escribe un diario nacional y participa constantemente de charlas y seminarios ¿Qué es lo que lo ha mantenido unido al país?
El orgullo de haberme criado y formado (en gran parte) en Chile, país del que tengo muchos recuerdos y amistades. ¿Por qué dejarlos? Mis actividades profesionales son a nivel internacional y eso incluye Chile, pero (con esto o sin esto) siempre encontramos con mi familia la oportunidad de pasar "unos días" conociendo más de Chile y aprendiendo cosas nuevas de un país increíblemente interesante. Más encima me invitan a dar charlas y algunas personas leen mis columnas, incluso las que publico en otros países también. No está mal.
Claramente no está mal. Juan Cappello, es respetado por su calidad profesional y su disposición a enfrentar nuevos desafíos en materia comunicacional, siendo esto último vital en dicha materia. La curiosidad, principios y filosofía de trabajo que le transmitió el Kent constituyen en parte lo que él es hoy, y quizás hace de ellas eco en las charlas que realiza para los alumnos del colegio; conversaciones que argumenta, le entregan otra visión de mundo. Es por esto que no terminamos esta entrevista, sino con un mensaje de Juan Cappello para los estudiantes The Kent School.

“En lo profesional: Cortesía de la revolución comunicacional, el mundo de hoy es más pequeño que un “agora” en los tiempos de Platón. La competencia va a ser más dura que la que enfrentamos nosotros. Hay que fijarse metas profesionales y personales altas, pero al mismo tiempo realistas, porque ahora no van a competir sólo con otros en Chile. Los competidores van a surgir de otros lugares”.
“En lo personal, sean renacentistas en su “approach” a la vida. No se limiten a lo que saben o a los requerimientos profesionales. Busquen cosas nuevas y aprendan cosas nuevas”. Per secula seculorum. Vale la pena”